“Llegará un tiempo en el que la gente hará el Salat, pero no harán el Salat.” El Profeta Muhammad
Muchos se preguntan si los rituales como el Salah y el Hajj son verdaderamente indispensables para entrar en comunión con Dios, ¿Acaso no podemos simplemente orar con nuestras palabras? ¿Es necesario un ritual estipulado, con movimientos repetitivos para conectarnos con el Creador?
En una era en la que el balance de lo místico o esóterico y el conocimiento escolástico o exóterico se ha perdido, dejando de la lado las formas, cuestionamos la importancia de los rituales, y muchos optan por formas de conexion con El Ser Supremo de manera más personal e informal.
“La primera cosa que se perderá en vuestro Din es la confianza y la última cosa que se perderá será el Salat. Veréis a gente entre vosotros que hacen el Salat, pero no recibirán beneficio alguno del mismo.” (Al-Baihaqi)
Por otro lado, algunos líderes espirituales responden a estas dudas con recelo y llaman a los creyentes a cumplir con las obligaciones y rituales prescritos, sin buscar una voz de apoyo en otras fuentes que no sean el Qu’ran y la Sunnah.
Es nuestra intención compartir con todos los compañeros de camino, que han tenido dudas sobre la validez de los rituales en los tiempos actuales, el significado que tienen estos en la vida del hombre.
Ante todo, aclaramos que la ciencia no es la base de la fe del musulmán, pero podemos utilizarla, como soporte para fortalecer nuestro entendimiento, ya que ha sido precisamente Dios quien le ha dado al hombre la capacidad de desarollarla. Tal logro es solo una gota del infinto océano de conocimiento que yace exclusivamente con Allah como Él mismo nos dice en Ayat Al kursi:
Conoce lo que está manifiesto ante los hombres y lo que les está oculto, mientras que ellos no abarcan de Su conocimiento sino aquello que Él quiere [que abarquen]. 2:255
Ahora, si la ciencia negase la validez de algo que ha prescrito Dios, seguimos el conocimiento Divino, ya que La Revelación Prevalece sobre todo conocimiento humano. Para nosotros el principio básico es, Dios Sabe Más.
Muchos juzgan a aquellos que toman la ciencia como punto de referencia, pero a veces olvidamos, que la ilaha illa Allah, más allá de ser una palabra, es un camino y la comprensión de las dimensiones internas del testimonio de fe, no se manifestan inmediatamente. Toma, tiempo muchos pasos recorridos para lograr la profundización e interiorización de este.
De igual manera, en una época en la que la humanidad ha tomado como sagrada la palabra del científico sobre la palabra de Dios, no está de más utilizar la misma, para llevar al hombre a comprender la perfección del mensaje de Dios, el cual es atemporal y tiene supremacía sobre los avances científicos y tecnólogicos del hombre, los cuales sólo suceden por el decreto del Sustentador.
Entre la miles de bendiciones que Dios ha arrojado sobre sus siervos, está el hecho de que día tras día los descubrimientos de la ciencia se acerquen más al mensaje Divino el cual, »eráse una vez», negaba rotundamente…
Tras décadas de estudios, varios científicos especializados en el comportamiento humano y en el cerebro han llegado a la conclusión, de que los rituales, no solo ayudar al hombre en la supervivencia, sino que lo llevan a prosperar.
Les suena esta parte del adhan? Hayya ‘ala-s-Salah, hayya ‘ala-s-Salah. Hayya ‘ala-l-falah, hayya ‘ala-l-falah. (venid a la oración…. venid a la oración…. venid a la prosperidad…. venid a la prosperidad)
El estrés puede estropear la mejor versión de nosotros mismos. En estados de positividad emocional, nuestro cerebro y estado mental están abiertos. En estos momentos, es mucho más probable que encontremos oportunidades, aumentemos nuestra creatividad, reconozcamos los patrones que nos rodean, que construyamos y que prosperemos.
Ocurre lo opuesto en tiempos de negatividad emocional. Nos cerramos a nuevas experiencias y nuevas sensaciones, con mayor renuencia a explorar cualquier forma de novedad. Lo único que le importa al cerebro en tiempos de ansiedad es la ansiedad misma.
sobrevivir y prosperar son dos resultados muy diferentes. Un cerebro ansioso simplemente sobrevive. Nos convence de que las cosas son mucho peores de lo que realmente son. Crea ciclos de retroalimentación que nos fuerzan a patrones de pensamiento negativos.
Los Rituales son una forma de sacarnos a nosotros mismos (y a nuestro cerebro) de la trampa de la ansiedad-negatividad. Nos han protegido del ataque de la ansiedad y la negatividad desde tiempos inmemoriales.
Los rituales son un método natural para eliminar la ansiedad y son una poderosas fuente de propiedades ansiolíticas. No es coincidencia, por ejemplo, que la mayoría de los actos religiosos sean intensamente ritualisticos.
Durante la última década, el científico especialista en comportamiento humano y cerebro, Nick Hobson, ha investigado por qué los rituales en particular (y no cualquier otro comportamiento como los hábitos, por ejemplo) son efectivos para combatir las emociones negativas. Ya sea ansiedad, estrés, miedo, duda, tristeza, pena. En sus conclusiones, explica que el temor que sentimos después de experimentar una pérdida ocurre al percibir que la situación está fuera de nuestro control. Los rituales alivan la sensación de dolor, y sufrimiento y ayudan a restablecen la sensación control.
En un ingenioso experimento llevado a cabo por investigadores de la universidad de Harvard, dieron exactamente el mismo conjunto de acciones a dos grupos. A la mitad de las personas se les dijo que las acciones eran «rituales» mientras que a la otra mitad se les dijo que las acciones eran «comportamientos aleatorios». La gente a la que se le hizo creer que la acción era un ritual, experimentaban un mayor control y una reducción en el dolor. Incluso la palabra ‘ritual’ en sí misma conlleva a inmensos beneficios.
Cuando realizamos un ritual, no estamos simplemente moviendo nuestro cuerpo siguiendo unas secuencias de movimiento (aunque puede parecer así en la superficie). sino también estamos entrando simbólicamente en contacto con antepasados o seres que históricamente tuvieron una influencia en nuestro presente,
recordemos por ejemplo, como los rituales del Hajj evocan el recuerdo de Abraham, Hagar e Ismael, ya que repetimos acciones que ellos hicieron.
También entramos en contacto con una fuerza invisible que es mucho, mucho más grande que nosotros, a la cual los musulmanes reconocemos como Allah.
La oración ritual en el Islam se llama šalāt, una palabra cuyo pleno significado se comprende mejor al examinar sus raíces lingüísticas. Uno de los orígenes de šalāt es la raíz de la palabra šilat que significa «conexión» o «contacto». Uno de los filósofos más famosos del Islam, Ibn Rushd, dijo:
Se deriva de la palabra «conexión» (šilat) en la medida en que conecta al servidor con su Creador, lo que significa que la oración lo acerca a Su Misericordia y lo conecta con Su Generosidad y su paraíso celestial.
Establecer una intención especial de esta manera sirve para amortiguar las emociones negativas. La historia de los rituales es algo notable. Ningún otro comportamiento resiste el paso del tiempo como lo hacen los rituales. Como artefactos del comportamiento humano, son, cognitivamente, cautivadores, pegajosos y se comparten fácilmente entre las personas. Incluso los bebés nacen con la capacidad de detectar e imitar rituales. Nacemos listos para ritualizar nuestra vida.
Dicha investigación también ha demostrado que las acciones ritualizadas más simples proporcionan un sentido de orden a nuestro mundo. La lógica es simple: con más orden en las acciones rituales, más orden en nuestro mundo. Explica, por ejemplo, por qué tantos rituales contienen elementos de repetición y ordenamiento y estructura secuencial.
Los humanos percibimos el mundo como un lugar caótico. Las cosas suceden fuera de nuestro control todo el tiempo. Pero con el ritual, tenemos el control y obtenemos alivio.
Allah nos dice en Sura Al Baqara, verso 45:
Y busquen ayuda en la paciencia y el Salah, en verdad esto es difícil excepto para los humildes
El Profeta Muhammad solía llamar a la oración »la frescura de sus ojos», esta expresión (qurrata ain) significa alivio, felicidad, tranquilidad y calma.
En cuanto a la estructura secuencial y repetitiva del Salat, una de las posiciones de este es el Suyud o postración
«El siervo está más cerca a su Señor durante la postración, así que aumenten sus súplicas en él». (Sahih Muslim)
la corteza prefrontal, que se encuentra en la zona de la frente, es la parte del cerebro que tiene la posibilidad de frenar los impulsos negativos. La disfunción de la corteza prefrontal se pone de manifiesto con la disminución en el flujo sanguíneo en esta área.
Recordemos una súplica que nos enseñó el Profeta Muhammad cuando nos encontremos en estado de ansiedad:
ìOh Señor soy Tu siervo, hijo de Tu siervo y Tu sierva, mi frente está en tu mano, tus Órdenes he tratado de llevarlas a cabo, tu decreto sobre mi es justo, te suplico por todos tus nombres con los cuales te has llamado a Ti mismo, o lo hayas revelado en tu libro, o lo hayas enseñado a alguien de tu creación, o lo hayas preservado en tu conocimiento oculto, que hagas del Corán lo que revive mi corazón, la luz de mi pecho, que da final a mi tristeza y alivia mis preocupaciones.
El Suyud es la única posición en la que el cerebro está más bajo que el corazón y por lo tanto, la sangre fluye hacia el cerebro con toda su fuerza mientras que en todas las otras posiciones (incluso cuando se está acostado) el corazón tiene que trabajar contra la gravedad para enviar sangre al cerebro.
En la posición de Suyud debido al aumento en el suministro de sangre, el cerebro recibe más alimento y tiene un buen efecto en la memoria, la visión, la audición, la concentración, la psique y todas las demás capacidades cognitivas.
Las personas que ofrecen sus oraciones regularmente tienen más fuerza de voluntad y pueden hacer frente a las dificultades de la vida de una manera mucho mejor. Tienen menos incidencia de problemas psicológicos y otros defectos de la función cognitiva.
Concluímos, recordando que el hombre es cuerpo y espíritu, y que ambas partes son vistas como un todo, por ende la adoración al Creador involucra ambos componentes del hombre. Como mencionamos anteriormente, la palabra Salah significa conexión, debemos estar conscientes de la conexión con El Altísimo al momento de rezar, No es solo una secuencia de movimientos corporales.
Que nuestro salat no carezca de Salat.
Bibliografía:
harvard study on rituals to allivate grief
La ciencia emergente del ritual