Los Horrores de la Tumba
El Mensajero de Allah dijo: La tumba es la primera etapa en el camino hacia la otra vida. Quien la pase con éxito encontrará menos dificultad en pasar las otras, pero quien sufra en ella dificultad encontrará cada vez más difíciles las etapas siguientes.’
para quien pase esta etapa con éxito y sin daño, cuando le sea mostrado en su tumba lo que Allâh le tiene preparado de delicias, ésta dirá: ‘¡Oh, Señor! Apresura la llegada de la Hora, para que así pueda estar con mi familia y mi riqueza para siempre.’
En cambio, cuando el incrédulo y el pecador vean el intenso tormento que Allâh les ha preparado dirán, a pesar del tormento que están sufriendo (en la tumba): ‘¡Oh, Señor! No dejes que llegue la Hora’, pues lo que está por venir es aún peor y más espantoso.
La tumbra apretará al muerto
Cuando el difunto es colocado en su tumba, ésta lo aprieta de una manera que nadie, ya sea grande o pequeño, virtuoso o inmoral, puede escapar. Fue narrado en diferentes Ahâdîz que Sa‘d Ibn Mu‘âdh fue apretado en su tumba, y esto a pesar de que cuando éste murió se estremeció el Trono, las puertas del cielo fueron abiertas, y su funeral fuera atendido por setenta mil Ángeles.
El Mensajero de Allâh dijo: «Toda la gente es apretada en la tumba; si alguien hubiese sido salvado de esto, ése hubiera sido Sa‘d Ibn Mu‘âdh. Él fue apretado una vez, para ser soltado después»
La Tribulación de la tumba
«Dos severos Ángeles vienen a él [tratándolo con severidad] y lo hacen sentar. Entonces le dicen: ‘¿Quién es tu Señor? ¿Cuál es tu religión? ¿Quién es tu Profeta?’ Ésta es la última tribulación a la que el creyente es sometido.
Así que él responde: ‘Mi Señor es Allâh, mi religión es el Islam y mi Profeta es Muhammad. Entonces una voz clama del cielo diciendo: ‘Mi siervo ha dicho la verdad’.» proveedle con muebles y ropa del Paraíso, y abrid para él una puerta al Paraíso» De esta forma le alcanzará algo de la fragancia del Paraíso y su tumba será expandida para él tan lejos como alcance la vista. Un hombre de bello rostro, fina ropa y fragante esencia, se presentará ante él, y le dirá: ‘Recibe las buenas nuevas de aquello que te complacerá. Éste es tu día, el que te fue prometido.’ El difunto dirá: ‘[¡Qué Allâh te
bendiga!] ¿Quién eres? Tu rostro es un rostro que proyecta el bien.’ Y el hombre le responderá: ‘Yo soy tus buenas acciones. [Por Allâh, todo lo que sabía de ti es que eras rápido en obedecer a Allâh y lento en desobedecerle ¡Qué Allâh te recompense con el bien!] Entonces una puerta al Paraíso le será abierta, y una al Infierno también, y le será dicho: ‘Éste hubiera sido vuestro lugar si hubieseis desobedecido a Allâh, pero Allâh lo ha reemplazado con esto (el Paraíso) para ti.’ Y cuando éste vea lo que hay en el Paraíso, exclamará: ‘¡Oh, Señor! Apresura la Hora, para que pueda estar para siempre con mi familia y mi riqueza’ [Y entonces le será dicho: ‘¡Sosiégate¡’]»
Y él Kâfir o el pecador: «Dos [severos] Ángeles vienen a él [tratándolo con severidad] y lo hacen sentar. Entonces le dicen: ‘¿Quién es tu Señor?’ A esto él responde: ‘¡Oh, oh, no lo sé!’ Ellos le dicen: ‘¿Cuál es tu religión?’ Y él dice: ‘¡Oh, oh, no lo sé!’ Ellos le preguntan: ‘¿Qué dices sobre este hombre que fuera enviado entre vosotros?’ Y él no puede recordar su nombre, por lo que ellos le dicen: ‘Muhammad’, y entonces dice: ‘¡Oh, oh, no lo sé! [Yo oí a las personas diciendo tal y tal]’. Ellos le dicen: ‘¡Qué nunca lo sepas y puedas repetir lo que la gente decía!’ Entonces una voz dice: ‘¡Mi siervo está mintiendo!’ proveedle con
muebles del Infierno, y abridle una puerta al Infierno». De este modo le alcanzará algo de su calor y sus ardientes vientos, y su tumba se achicará apretándolo hasta que sus costillas queden entrelazadas entre sí. Un hombre con un rostro horrible, le dirá: ‘Recibe las malas noticias de aquello que te amargará. Éste es tu día, el que te fue prometido.’ El difunto dirá: ‘[¡Qué Allâh te maldiga!] ¿Quién eres? Tu rostro proyecta el mal.’ Y el hombre le responderá: ‘Yo soy tus malas acciones. [Por Allâh, todo lo que sabía de ti es que eras lento en obedecer a Allâh y rápido en desobedecerle ¡Qué Allâh te castigue con el mal!] Entonces Allâh le asignará uno que es ciego, sordo y mudo, y en cuyas manos se encuentra un mazo de metal con el que si golpease una montaña la convertiría en polvo. Éste lo golpeará con ello hasta que convertirlo en polvo, entonces será reconstituido a su estado anterior y será golpeado nuevamente. Sus alaridos podrán ser escuchados por todas las criaturas, excepto por los seres humanos y los Yinn (los genios). Entonces una puerta al Infierno le será abierta, y su tumba será amoblada con muebles del Infierno, y exclamará: ‘¡Oh, Señor! No dejes que llegue la Hora.’»
El tormento de la tumba y sus causas
Allâh le dio a Su Profeta la capacidad de oír a aquellos que están siendo atormentados en sus tumbas. «El Profeta se encontraba en el jardín de los Banu An Nayyâr, montado en su mula, y nosotros estábamos con él. De repente y bruscamente, su mula tomó una ruta diferente y casi lo tiró al suelo. Había tumbas en este lugar, seis o cinco o cuatro. Él dijo: ¿Quién sabe de quien son éstas tumbas? Un hombre dijo: Yo sé. Él dijo: ¿Cuándo murieron estas personas? Y el hombre dijo: Murieron en la época de la idolatría. Entonces el Profeta dijo: Esta Ummah será sometida a prueba en sus tumbas; y si no fuera que temo que no enterréis a vuestros muertos debido al pavor, le pediría a Allâh que os haga escuchar lo que yo puedo escuchar del tormento de la tumba.» Muslim
entre las causas específicas por las cuales algunos siervos pueden ser castigados en la tumba encontramos:
- El no tomar las precauciones necesarias para verse prevenido de ensuciarse con la orina,
y el andar difundiendo la Namîmah. (varios hadices sahih lo confirman) - El Gulûl (Tomar parte del botín de guerra antes de su repartición)
- Mentir, descuidar y olvidar el Corán, cometer Zinâ (adulterio y fornicación) y practicar Ribâ (usura)
Las buenas acciones son protección en la tumba
El difunto puede oír los pasos (del cortejo fúnebre) alejándose de él (después de su entierro). Si éste fue un creyente, sus oraciones se ubicarán a la altura de su cabeza, su ayuno a su derecha, el Zakâh a su izquierda, y las buenas acciones, tales como la honestidad, las buenas relaciones con los parientes, tratar bien a la gente y otras, se ubicarán a sus pies. Los (dos) Ángeles intentarán acercársele por el lado de su cabeza y la oración les dirá: ‘No podéis pasar por aquí’. Después intentarán por su lado derecho y el ayuno les dirá: ‘No podéis pasar por aquí’. Después intentarán por su lado izquierdo y el Zakâh les dirá: ‘No podéis pasar por aquí’. Finalmente intentarán llegarle por el lado de sus pies y sus buenas acciones les dirán: ‘No podéis pasar por aquí’. Entonces, cerca del momento del ocaso, le será dicho: ‘¡Siéntate!’ Y se sentará, y se le preguntará: ‘¿Quién es este hombre que estaba entre vosotros [es decir Muhammad]?’ El muerto responderá: ‘¡Dejadme rezar (la oración del ocaso)!’ Ellos responderán: ‘Te es permitido rezar, pero primero debes responder a nuestra pregunta’ Él dirá: ‘¿Qué es lo que me preguntasteis?’ Le dirán: ‘¿Qué es lo que decías acerca de este hombre que estaba entre vosotros? ¿Cuál es vuestro testimonio acerca de él?’ Él responderá: ‘Doy testimonio que él es el Mensajero de Allâh, y que trajo la verdad proveniente de Allâh’. Le será dicho: ‘Bajo esta creencia viviste y con ella moriste, y con ella serás resucitado In sha Allâh’. Entonces una de las puertas del Paraíso le será abierta, y se le dirá: ‘Éste es tu lugar, y esto es lo que Allâh ha preparado en el Paraíso para ti’ Y su alegría y felicidad aumentará. Entonces una de las puertas del Infierno le será abierta y se le dirá: ‘Éste es tu lugar, y esto es lo que Allâh tenía preparado para ti [si hubieseis desobedecido]’ Y su alegría y felicidad aumentará. Entonces su tumba se expandirá para él setenta codos y será iluminada, y su cuerpo será restaurado a su forma original y su alma colocada en Nasm At Tîb, que es un pájaro que se posa en un árbol del Paraíso.»
súplicas para la protección del tormento de la tumba
«Allâhumma innî a’ûdhu bika min al ‘ayzi ua al kasali ua al yubuni ua al bujil ua al haram, ua a’ûdhu bika min ‘adhâb al qabr, ua a‘ûdhu bika min fitnat al mahiâ ua al mamât» (¡Oh, Allâh! Busco refugio en Ti de la incapacidad, la pereza, la cobardía, la miseria y la vejez; Y busco refugio en Ti del tormento de la tumba; y busco refugio en Ti de las pruebas de la vida y la muerte)
«Allâhumma innî a’ûdhu bika min al kasali ua al magrami ua al ma’zami ua al haram ua min fitnat al qabr ua ‘adhâb al qabr» (¡Oh, Allâh! Busco refugio en Ti de la pereza, la vejez, el pecado y las deudas, y de la prueba de la tumba y su tormento)
«Na’ûdhu billâhi min ‘adhâb al qabr» (Nos refugiamos en Allâh del tormento de la tumba)
‘Allâhumma inni a‘ûdhu bika min ‘adhâb Yahannam, ua min ‘adhâb al qabr, ua min fitnat al mahiâ ua al mamât, ua min sharri fitnat al Masîh ad dayyâl’» (¡Oh, Allâh! Me refugio en Ti del tormento del Infierno, del tormento de la tumba, de las pruebas de la vida y la muerte, y de la maldad de la tribulación de Al Masîh Ad Dayyâl)
Los protegidos del tormento de la tumba:
- los shuhada o mártires
- Los murabit (los que protegen las fronteras de la nación islámica)
- quien muere un viernes
- quien muere de una enfermedad relacionada con el estómago
Bibliografía: La Resurrección menor por Omar Ashqar