Sura 1 AL-FATIHA (LA APERTURA)
Período de Mecca
ESTE SURA se denomina también Fatihat al-Kitab (“La Apertura de la Escritura Divina”), Umm al-Kitab (“La Esencia de la Escritura Divina”), Surat al-Hamd (“El Sura de la Alabanza”), Asas al-Qur’an (“La Base del Qur’an”), y es conocido también por varios otros nombres. Es mencionado en el Qur’an como As-Sabaa al-Mazani (“Los Siete [versículos] Frecuentemente Repetidos”), porque son repetidos varias veces durante cada una de las cinco oraciones diarias. Según Bujari, el apelativo Umm al-Kitab le fue dado por el propio Profeta porque contiene, en forma condensada, todos los principios fundamentales formulados en el Qur’an: el principio de la Unidad de Dios y de Su Unicidad; que es el Creador y el Mantenedor del universo; la fuente de toda gracia vivificante; Aquel ante el cual el hombre es finalmente responsable; el único poder capaz realmente de guiar y de ayudar; la llamada a la acción recta en la vida de este mundo (“guíanos por el camino recto”); el principio de la vida después de la muerte y de las consecuencias orgánicas de las acciones del hombre y de su conducta (expresadas en el término “Día del Juicio”); el principio de la guía que llega a través de los portadores del mensaje (evidente en la referencia a aquellos sobre quienes Dios “ha derramado Sus bendiciones”) y, emanado de ése, el principio de la continuidad de todas las religiones verdaderas (implícito en la alusión a aquellas gentes que han vivido –y errado– en el pasado); y, finalmente, la necesidad de un autosometimiento a la voluntad del Ser Supremo y, por tanto, de adorarle sólo a Él. Es esta la razón de que este sura haya sido formulado como una oración, que el creyente repite y sobre la que reflexiona continuamente.
“La Apertura” fue una de las primeras revelaciones transmitidas al Profeta. Algunas autoridades (como Ali ibn Abi Talib) llegan a afirmar que fue la primera revelación; pero tal punto de vista se contradice con hadices autentificados por Bujari y Muslim, que muestran sin lugar a error que el comienzo de la revelación lo constituyen los cinco primeros versos del sura 96 (“El Coágulo”). Es probable, sin embargo, que mientras que todas las primeras revelaciones consistieron en unos pocos versículos, “La Apertura” fuera el primer sura entero revelado al Profeta de una sola vez, y esto explicaría el punto de vista de Ali.
Tomado del Tafseer de Abu Ala Al Maududi
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