Imam Ibn Qayyim Al Jawziyah nos describe a tres tipos de personas de acuerdo a la respuesta de las extremidades del cuerpo al corazón:
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Aquellos que están comprometidos al servicio de Allah cumpliendo con el propósito para el que fueron creados. El salah es una muestra de la sumisión interna de esta persona, donde todas las extremidades de su cuerpo realizan un acto de adoración para el cual fueron creadas. Estas personas entienden porque Allah Los creó y les dio el cuerpo, al mismo tiempo se abstienen de cometer aquellos actos que desagradan a Allah. estas personas viven en una armonía absoluta entre Lo que Allah ha prescrito para ellos, en alineación con lo que su corazón les pide y la forma como sus cuerpos responden al llamado del corazón. Disfrutan de la recompensa de Allah en este mundo y en el otro. Estos son los exitosos. Estas personas son como aquel que ha recibido una tierra fértil y todos los insumos para cultivarla, y plantan arboles recogen sus frutos, limpian la tierra de la mala hierba, y construyen una cerca que protege el cultivo y ganan una gran utilidad. Estos son la gente de la conciencia, siempre dispuestos a cumplir con su misión. Son gente que ganan recompensa por las acciones más mínimas porque convierten todo lo que hacen en un acto de adoración dedicado a Su Señor.
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Aquellos que utilizan sus extremidades para la desobediencia de Allah, haciendo todo lo contrario para lo que fueron creados. Estas personas no obtienen el éxito verdadero y están exentos de recibir la recompensa de Allah y Su Complacencia. Esta persona es como quien recibe ese terreno fértil pero lo hace un santuario del mal, donde tiran los cadáveres y donde los ladrones y los criminales se esconden, y utiliza todo los recursos que ha recibido y los pone al servicio de aquellos que hacen el mal. estos son la gente de la traición, quienes hacen lo opuestos a lo que se les ha confiado y solo ganan lo que buscan de este mundo.
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Aquellos que no utilizan sus extremidades para la búsqueda de este mundo ni del más allá, no utilizan sus capacidades para cumplir su propósito y desperdician sus talentos. Las personas sin utilidad son las peores y están condenadas al fracaso en este mundo y en el más allá. Este tipo de persona es como aquel que desperdicia la tierra y los recursos y no hace nada con lo que ha recibido. Estos son la gente de la negligencia, los cuales están dormidos, perdiendo el tiempo sin ganar ninguna recompensa