Conocer las excelentes Cualidades de la religión
El Islam es una religión de perfección, Allah y su mensajero, nos han enseñado todo lo necesario para vivir de la manera correcta, como individuos y como nación.
El Islam consiste en leyes y en un conjunto de creencias que forman una única filosofía de vida, las leyes del Islam son adornadas por su sabiduría y beneficio para la humanidad entera, siendo esto la esencia de las leyes.
No hay nada en el Islam que sea perjudicial para el ser humano, de hecho, cualquier otro sistema de leyes o estilo de vida creado por el hombre resulta en caos de la humanidad. Solo Allah tiene el conocimiento absoluto sobre aquello que le beneficia al hombre y aquello que le perjudica.
Tanto aquello que Allah recomienda como aquello que prohíbe contiene una sabiduría, muchas veces oculta al intelecto humano.
El islam en su naturaleza pura, complace al corazón y el intelecto puede comprender su perfección, nada de lo que el Islam exige de nosotros, es difícil o perjudicial, al contrario es beneficioso para el cuerpo, la mente y el espíritu de los creyentes.
El interior del ser humano se adorna con la esencia de la fe, el Iman, mientras el exterior se adorna con los actos propios de la fe, el Islam.
Buscar el nivel Ihsan
Significa aplicar ihsan en los actos de adoración y mostrar ihsan a la creación de Allah.
Según el hadith del ángel Gabriel, el ihsan se puede definir como el pináculo de la fe, consiste en adorar a Dios como si lo viésemos porque aunque no lo veamos Él nos ve. Esto quiere decir, adquirir consciencia absoluta de Allah.
Ihsan significa embellecer, cuando aplicamos ihsan a nuestros actos de adoración, los hacemos de la mejor manera, externamente e internamente, siguiendo la Sunnah del profeta, y en completa devoción a Allah.
Ihsan con la creación de Allah es mostrar misericordia y benevolencia, recordando que cada uno de los seres con los que interactuamos, son creación de Allah. Eso nos lleva a tratar a toda la creación con respeto, misericordia y benevolencia, sabiendo que esto complace al Creador y que Él nos observa todo el tiempo.
El siervo de Allah nunca debe desistir de buscar el nivel del Ihsan, porque es la culminación de la fe, y solo por medio del Ihsan se puede saborear la dulzura de la fe. El Ihsan nos lleva al nivel más alto de certeza, Haqq al Yaqin, donde el conocimiento no es lo único que determina nuestra fe. Este nivel de certeza se asemeja a experimentar en persona aquello en lo que creemos firmemente.
Para buscar el nivel de Ihsan, el creyente debe alcanzar un nivel de conciencia máxima sobre Allah y sobre sí mismo, purificando su corazón de aquellas malezas que le impiden realizar los actos de adoración y de interacción con los demás de manera excelente.
Beneficencia hacia la creación en palabras y acciones
Tratar bien a la creación de Allah, con palabras y acciones trae como recompensa la beneficencia de Allah sobre nosotros. Aprendemos a dar aquello que deseamos recibir de Allah, si esperamos el perdón, la misericordia, la benevolencia de Allah, debemos tratar con los mismos atributos a los demás en lo máximo de nuestras posibilidades.
El mayor acto de beneficencia de Allah sobre sus siervos es haberles otorgado la CAPACIDAD de hacer el bien, el amor por los actos de adoración y obediencia, y al mismo tiempo, el Tawfiq (la capacidad divina) para alcanzar el nivel de Ihsan en los actos de adoración y en el trato con los demás siervos de Allah.
Cumplir con la descripción de los creyentes
Otra manera de incrementar la fe, es cumplir con la descripción de los creyentes, como en los versos de sura al mu’minun:
Estos versos mencionan 8 características de un verdadero creyente, poner en práctica estos actos incrementa la fe. Todos los actos son externos pero van ligados con los actos internos de sinceridad, amor por Allah y por la búsqueda del Ihsan en nuestros asuntos terrenales.
La primera característica es la presencia y humildad durante el tiempo del salah. El creyente debe luchar para que su mente esté presente en aquello que recita y en cada posición de la oración, esto hace que el siervo de Allah recuerde a quien le ofrece este acto de adoración, inevitablemente, entrará a un estado de humildad ante El Creador.
Cuando los siervos se apartan de la frivolidad y la trivialidad, dedica más tiempo a nutrir su espíritu y su fe. Las frivolidades endurecen el corazón y no permiten que el creyente profundice sobre aquellas cosas que le benefician.
El pago del Zakah y la caridad con sinceridad y amor por Allah incrementan la fe porque es una muestra de ihsan con los siervos de Allah.
La modestia y la castidad son una prueba ferviente de Ihsan, el creyente que esté consciente que Allah lo observa todo el tiempo, se abstiene de caer preso de sus pasiones más bajas por temor al dia del encuentro con Allah. quien haga esto, fortalece su fe.
Para ejercitar la fe, los creyentes deben aprender a cumplir sus promesas y respetar los votos de confianza que las personas le dan, el profeta narro:
Para analizar el verdadero compromiso de una persona con Allah, se debe observar si cumple sus promesas, como se comporta en los negocios y si es digno de confianza de los demás.
Por último preservar la oración, implica su establecimiento y cumplimiento a tiempo, y la constancia.
Llamar a Allah y a Su religión
Invitar a las personas a la obediencia a Allah, a los actos del bien, a adherirse a sus órdenes y a su religión es una forma efectiva de incrementar la fe porque así el siervo se completa a sí mismo, y completa a los demás.
Allah jura por el tiempo que está a punto de terminarse que el ser humano está en perdición excepto aquel que cumple con cuatro cualidades:
Las cuatro cualidades son: primero creer y segundo hacer las buenas obras, por medio de estas el creyente completa su propia fe.
La tercera cualidad es invitar a la verdad y la cuarta es invitar a la paciencia, por medio de estas dos, el creyente ayuda a completar la fe de sus hermanos en humanidad.
En un hadith, el profeta nos dijo: la religión es un Consejo Sincero. Llamar a las personas a Allah es parte de ese consejo sincero, ya que debe existir en nosotros un amor natural por los demás por lo cual deseemos para los demás el bien que deseamos para nosotros mismos.
La recompensa de llamar a los siervos de Allah a la obediencia y sumisión con sinceridad, trae consigo la recompensa de los actos en sí, y una luz proveniente de Allah que protege al creyente del mal y le da la guía y el criterio para distinguir la verdad de la falsedad.
Quien llame a Allah, está ayudando a que prevalezca la verdad, como recompensa, Allah incrementa la fe y el conocimiento de quien lo haga sinceramente
Disciplinar el alma combatiendo todo aquello que sea opuesto a la fe
Así como es necesario construir todas las rutas que nos llevan a la fe, debemos destruir y obstaculizar el camino a aquello que es contrario a la fe, la incredulidad, la hipocresía, la transgresión.
Hay varias maneras de obstaculizar los caminos hacia la incredulidad, arrepentirse sinceramente después de haber errado, reprimir los deseos de cometer actos del mal, combatir las dudas con conocimiento, e intercambiar los deseos vanos por los deseos de la fe.
Podemos clasificar las acciones para desarrollar la fe en dos:
- Nutrir y alimentar la fe por medio de todo aquello que sea beneficioso, conocimiento acciones y condiciones
- Abandonar y combatir todo aquello que maltrate la fe, y si erramos arrepentirnos sinceramente
Quienes tienen una fe verdadera creen firmemente en la revelación y en la Sunnah y entienden los versos explícitos y aquellos que dependen de una interpretación de los sabios, buscan el conocimiento genuino, pero con la intención de alimentar su fe, y no de crear controversia y corrupción en la Ummah.
Basado en el libro ‘el árbol de la fe’ de Abdul Rahman As Sadi.