Detrás del velo negro tradicional que cubre a la mujer emiratí, se encuentra un ser humano que juega un rol fundamental en el desarrollo de su sociedad. Y es que a pesar de ser un país joven, Emiratos Árabes Unidos, ha visto un enorme incremento en la participación activa de la mujer en la sociedad. En el año de la formación de los Emiratos Árabes, solo 4 de 45 mujeres graduadas de la universidad ejercían una posición gubernamental. Hoy, el 70% de los estudiantes universitarios son mujeres, el 46,6% del mercado laboral actual está compuesto por mujeres. Además, el 66% de todos los empleados del gobierno son mujeres. Las mujeres ocupan más del 30% de los puestos directivos en diversas industrias y el 15% de las posiciones de expertos en el sector privado están ocupadas por mujeres «.
La Dra. Amal Abdullah Al Qubaisi es la primera mujer emiratí en convertirse en Presidenta del Consejo Nacional Federal, y la primera en lograr un puesto tan destacado en la región árabe y en Oriente Medio.
»El empoderamiento de la mujer es un objetivo clave en la estrategia nacional de los EAU, que se pretende lograr para el año 2021.» Shaikha Lubna Al Qasimi, Ministra de Estado para la Tolerancia.
Los EAU es un ejemplo de país que toma en serio la educación y el empoderamiento de la mujer y es consciente de que su educación e inclusión en el ámbito laboral, incrementa la fuerza productiva de la sociedad en más de un 50%.
En Los Últimos años, EAU ha ocupado el primer lugar en el mundo árabe y entre los países desarrollados en cuanto a los derechos de las mujeres, según el informe anual del Centro de Estudios de Mujeres Árabes de »The Arab Women Foundation».
«El gobierno del país cree en el poder de las mujeres y el papel que pueden desempeñar en la sociedad». Vicepresidenta del Consejo de Equilibrio de Género de los EAU Mona Al Marri
Esto parece sorprendente, teniendo en cuenta, que EAU se considera uno de los países más tradicionales y conservadores en el mundo árabe, no solo en la forma de vestir, sino en sus costumbres, entre las cuales existe la segregación entre hombres y mujeres en los eventos sociales. Dicha segregación no es el resultado de la discriminación a la mujer, sino la libertad en los espacios de reunión social en los cuales las mujeres se integran sin necesidad de utilizar el velo, el cual sólo visten en presencia de hombres diferentes al padre, tíos, abuelos, hijos, sobrinos y hermanos.
Estas costumbres tradicionales y aun conservadas en EAU no son contradictorias con la incursión de la mujer en el ámbito laboral, ya que el Islam, desde sus inicios, siempre ha dado a la mujer sus derechos y ha enseñado que el desempeño de una labor debe ser llevado a cabo por aquel que esté más preparado para hacerlo, independientemente del género.
Cuando Su Alteza el Jeque Mohammed Bin Rashid Al Maktoum, Vicepresidente de los Emiratos Árabes Unidos y Gobernante de Dubái anunció que la reestructuración en el gobierno incluiría un Ministro de la Felicidad, capturó la atención global. El hecho de que haya revelado que la Ministra de Estado de la Felicidad será una mujer, Ohood Al Roumi, prueba una vez más, que Sheikh Mohammed, es instrumental en destruir el techo de cristal del Medio Oriente. Según Sheikh Muhammad Bin Rashid AL Maktoum, La Ministra de la Felicidad (según él, debería ser el puesto de trabajo más importante de la historia), Ohood al Roumi «canalizará políticas y planes para lograr una sociedad más feliz» y «alineará e impulsará la política gubernamental». Y así poder crear bienestar social y satisfacción «.
Es curioso como algunos opinan que el empoderamiento de la mujer árabe musulmana inicia con »la liberación del velo», dicha opinión toma sentido solo si el hijab es visto como una imposición del hombre a la mujer con el fin de relegarla a un segundo plano en la sociedad. Y aunque desafortunadamente es cierto que para muchos musulmanes, el hijab es un instrumento para ocultar, no solo la belleza de la mujer sino sus capacidades, no es el significado real y original de este.
El hijab, entendiéndose desde un punto de vista parcial, como una forma de vestir, no le impide a la mujer incursionar en el ámbito laboral, participar activamente en la comunidad, contribuir al crecimiento de esta y dicha participación no contradice al papel de la mujer en la familia, así como no contradice al del hombre en la misma.
No debe existir un sacrificio de parte de la mujer en su rol como madre, esposa, y practicante de su religión para poder ser pilar y agente activo de una sociedad que pide a gritos su incursión en todos los ámbitos, donde se necesita de sus talentos, capacidad de dar, compromiso, creatividad y todo aquello que hace tan única a la mujer y solo ella puede dar.
Najla Mohammed Al Awar Ministra de Desarrollo Comunitario
Jamila Salim Al Muhairi Ministra de Estado de Educación
Noura AlKaabi Ministra de Estado para Asuntos del Consejo Nacional Federal
Shamma Al Mazrui preside el Consejo Nacional de la Juventud