SURA 4
An-Nisa’ (Las Mujeres)
Período de Medina
El TITULO An-Nisa’ dado a este sura se debe a que muchos de sus pasajes se ocupan de los derechos de las mujeres y de cuestiones relacionadas con la vida familiar en general, incluidas las leyes de la herencia, la prohibición del matrimonio en ciertos grados de consanguinidad, las relaciones matrimoniales, y así sucesivamente. El versículo inicial hace hincapié en la unidad esencial de la raza humana y en las obligaciones mutuas de hombres y mujeres entre sí, derivadas de ese parentesco. Gran parte de este sura está dedicada a la legislación práctica relativa a los problemas de la paz y la guerra y a las relaciones de los creyentes con los no-creyentes, en especial con los hipócritas. Los versículos 150-152 refutan la posibilidad de creer en Dios sin creer en Sus profetas: y esto, a su vez, lleva al tema de los judíos, que no sólo niegan la misión profética de Muhammad sino también la de Jesús, y al de los cristianos, que niegan a Muhammad y deifican a Jesús, aunque él mismo “nunca tuvo a menos ser siervo de Dios” (versículo 172). Finalmente, como queriendo resaltar la inseparabilidad de las creencias del hombre de su conducta social, el último versículo se refiere de nuevo a las leyes de la herencia. No hay duda de que este sura pertenece en su totalidad al período de Medina. En el orden de la revelación va, o bien inmediatamente después de Aal-Imrán, o –según algunas autoridades– está separado en el tiempo de este último por Al-Ahsab y Al-Mumtahana. Lo más probable es que, en su mayor parte, fuera revelado en el año cuarto después de la hégira, si bien unos pocos versículos pueden pertenecer a un período anterior y el versículo 58 a otro posterior.