La oración o El  ‘’salah’’ es un ritual de adoración impuesto a todas las naciones por medio de los profetas. Una de las bendiciones más grande que Allah ha otorgado a sus siervos es hacer el salah obligatorio, para que ninguno de los creyentes pierda la oportunidad de beneficiarse de este.

Hoy en día hemos perdido la conexión con la oración, muchos de nosotros nos preguntamos cómo adquirir concentración en el Salah, y porque no rezar en nuestro idioma natal, en el cual nos podríamos expresar de manera individual a Dios.

Es importante que sepamos que las palabras enseñadas por el Profeta Muhammad, inspiradas por Allah, son de gran beneficio al espíritu, y lo que Allah nos enseña, no tiene igual. Es necesario aprender el significado de aquello que pronunciamos cinco veces al día, para beneficiarnos aún más del ritual de la oración.

El profeta Muhammad صلى الله عليه و سلم solía disfrutar profundamente de la oración, y así de la misma manera, los sahabas, encontraban tranquilidad, paz, felicidad en estos pocos minutos de conexión con Allah.

La pregunta que nos hacemos es: ¿Cómo podemos lograr disfrutar del salah en vez de verlo como una carga pesada?

La respuesta es: entendiendo las dimensiones internas de la oración.

El ser humano se compone de cuerpo, mente y espíritu, y el alma (nafs). Y la mejor forma de beneficiarnos de los actos de adoración es armonizando nuestro ser completo, estando presente de mente, de cuerpo, de espíritu, con devoción, entrenando nuestros deseos a que disfruten de la oración y entendiendo cada palabra que pronunciamos,  sintiendo su significado.

Para ayudarnos a llegar a ese estado, compartiremos  algunos de los fragmentos del libro ‘las dimensiones internas de la oración’ por el Sheikh Ibn Qayyim Al Jawziyyah.

Su autor dijo sobre este libro:

‘Esto es un discurso sobre la inclinación hacia escuchar música versus, la afinidad a la oración y el Quran. Ofreciendo un tratado en detalle de como la experiencia derivada del Quran y el salah es la antítesis de la música y el canto. También elude la relación inversa entre ambas inclinaciones y la manera en que la fuerza e influencia de una, debilita y hace que pierda efectividad la otra. (Entre más fuerte sea el deseo por la música y el  canto, más débil será el apego a la oración y el Quran)