5. Amor excesivo por este mundo (Dunia)
El profeta Jesús dijo: El mundo es un puente, camina en él hacia el próximo mundo, pero no trates de construir en él.
El amor y apego a este mundo es condenable excepto el desear obtener en esta vida lo suficiente para ser independiente de los demás y obtener lo que nos ayude a alcanzar el más allá.
El amor de este mundo recae en cinco categorías:
- Amor obligatorio (wajib)
- Amor recomendado (Mandub)
- Amor permisible (mubah)
- Amor reprensible (makruh)
- Amor prohibido (haram)
Nuestro amor se debe dirigir hacia todo aquello que nos ayude a alcanzar la vida del más allá, el Quran, los profetas, la ka’ba, los padres, los hijos, los hermanos en la fe que nos aconsejan a hacer el bien, el conocimiento, y el dinero para dar al necesitado.
El profeta Muhammad prohibió maldecir al mundo diciendo: no maldigan al mundo porque este sirve como medio para alcanzar a Dios (el conocimiento y la complacencia de Él).
Allah dice en el Quran:
Y os ha subordinado lo que hay en los cielos y en la tierra, todo gracias a Él.Realmente en eso hay signos para la gente que reflexiona.
Sura al jathiyah 45:13
En nuestra religión, no debemos odiar el mundo, lo que condenamos son aquellos aspectos pecaminosos, efímeros y que no permiten el desarrollo espiritual de las personas.
Imam Mawlud dice que el amor es elogiado o criticado dependiendo del beneficio o el daño que le cause al espíritu. Si aquello que se ama conlleva a un corazón enfermo, entonces es un amor prohibido, si conlleva a la sanación del corazón y una elevación espiritual entonces es un amor elogiado.
El amor por adquirir dinero para vivir en este mundo, una casa, alimento, el mantenimiento de los hijos, es un amor elogiado pero el amor por el dinero que conlleva a la transgresión, a la avaricia, el que conlleva a olvidar a Allah, a la ostentación, es un amor prohibido.
El amor por la admiración, sobre todo de aquello que uno no ha hecho, es otra forma de amor prohibido, hay personas que se toman los créditos por cosas que no han hecho, y lo hacen con el fin de ganarse los elogios de los demás. La causa de esta enfermedad es desear algo de otro que no sea Allah. Los seres humanos naturalmente aman la admiración, pero debe ser por algo que la persona ha realizado. Y el acto que se elogia debe ser un acto elogiado en sí por Allah, no algo que sea considerado detestable ante Allah.
No es necesariamente malo desear el aprecio o elogio de los demás por aquello que uno mismo ha hecho. Cuando el profeta veía algo bueno que alguien había hecho, le decía: que Allah te recompense con el bien por ello. Es decir que está permitido elogiar y sentirse bien con los elogios de los demás, siempre y cuando la razón por la cual se hizo la acción no hubiese sido para recibir elogios y admiración.
Se debe hacer una distinción entre la adulación y la apreciación. El profeta Muhammad nos dijo: tiren tierra sobre los rostros de los aduladores, aquellos que vierten elogios sobre los merecedores de ellos y los que no, como poetas que componen versos alabando al tirano.
A diferencia de esta actitud, está el apreciar lo que alguien ha hecho, porque en hacerlo hay una muestra de gratitud. El profeta nos enseñó que quien no es agradecido con la gente, no es agradecido con Allah.
Hay que tener cuidado de elogiar de manera falsa. quien hace esto dsea algo a cambio de aquel al que adula, es igual de cuestionable como aquel que le gusta recibir elogios por aquello que no ha hecho. Allah dice en el Quran:
No pienses que los que se regocijan por lo que han hecho y les gusta que se les alabe por lo que no han hecho, están a salvo del castigo, porque no lo están. Tendrán un castigo doloroso.
Sura al Imran 3:188
6.Modestia censurable
La modestia es una virtud en el Islam. Lo que es censurable es la modestia extrema o vergüenza resulta en cobardía en los momentos en que el creyente debe tener valor y coraje para denunciar la corrupción,. Un acto corrupto debe ser condenado independientemente de quien lo realice sin importar su posición en la sociedad.
Sin embargo, debe haber un consenso entre los sabios con respecto a lo que es condenable, no puede existir diferencias de opiniones al respecto, de lo contrario no está permitido prohibir algo que cae en esta categoría. Los sabios con conocimiento en jurisprudencia rara vez condenan debido al extenso conocimiento sobre un tema.
Cuando una persona se abstiene de condenar lo que claramente, sin diferencia de opiniones, y con sentido común, está mal, por miedo a lo que el acusado opine de él, es modestia censurable.
Lo opuesto de la modestia censurable también es otra enfermedad del corazón y es el ‘farisaísmo’, se refiere a las personas que condenan a los demás sin tener información completa sobre cada asunto y se creen perfectas en aspectos religiosos.
También es modestia censurable cuando una persona se abstiene de preguntar lo que necesita saber para mejorar su religión. Las mujeres de Ansar eran elogiadas por Aisha, porque su modestia no las prevenía de preguntar asuntos religiosos que necesitaban aprender. Como por ejemplo, los asuntos relacionados con la menstruación y la oración.
Hay otro tipo de modestia basada en la generosidad que no es censurable, por ejemplo los visitantes que se quedan en la casa del anfitrión hasta horas no adecuadas y el anfitrión se queda callado por modestia y generosidad. En este caso es importante que las personas conozcan las etiquetas al momento de hacer una visita y no abusar de la generosidad del anfitrión.
7.Fantasear
Pensar e imaginar cosas que no le conciernen a una persona, por ejemplo, el caso de un hombre que fantasea con una mujer que no es su esposa. En resumen, es imaginar y fantasear con aquello que es haram.
Otra forma de fantasear, la cual está prohibida es pensar en las debilidades o defectos de otras personas e imaginar situaciones en las que sus debilidades sean expuestas. El profeta Muhammad dijo:
hay un árbol en el paraíso para aquel cuyas faltas lo pre-ocupan a tal punto que no consideran las faltas de los demás.
Otro acto prohibido es imaginar como es Allah, la única forma que tenemos de entenderlo es por medio de sus atributos, los cuales el mismo ha revelado en el Quran, por ejemplo sabemos que Él es El Más Misericordioso, El Siempre Perdonador, El Proveedor. debemos entender que nuestra naturaleza de creación nos impide entender la Grandeza de Allah, entonces meditar sobre los versos del Quran que son mutashabihat va contra los principios del Islam. Si Allah habla Él, de su trono, de su escabel, debemos conformarnos con el conocimiento que Él nos da, si intentamos razonar sobre aspectos que Él nunca ha revelado no llegaremos a una conclusión verdadera excepto conjeturas. Es necesario entender que nuestro conocimiento es limitado y nuestro intelecto jamás podrá llegar a una verdadera descripción de Allah. Comunidades anteriores, pensaban y meditaban sobre Allah, llegando a conclusiones erróneas y fatales, algunos asemejándolo a los humanos, etc.
Mientras vivamos en este mundo, debemos aprovechar el tiempo y pensar y meditar sobre los atributos que Él nos ha explicado y permitir que el amor por Él crezca en nuestros corazones y prepararnos para nuestro encuentro en el más allá, cuando el velo de nuestros ojos sea removido y nuestro entendimiento alcance otro nivel y podamos verlo como Él es en realidad.
En una tradición profética reportada en Sahih Muslim, una vez los creyentes entren al paraíso, Allah les preguntará: ¿Desean que les otorgue algo más? A lo que los creyentes responderán: acaso no has iluminado nuestros rostros, acaso no nos has permitido la entrada al paraíso y nos has salvado del infierno?. En ese momento Allah levantará su velo y de las cosas otorgadas a los creyentes, nada será más amado para ellos que ver a su Señor, El Todo Poderoso, El Glorioso.
En otra tradición profética auténtica, el profeta miraba a la luna llena y le dijo a los compañeros, ciertamente ustedes podrán ver a Allah así como ven esta luna y no tendrán problema para verlo.
Ver a Allah es la mejor recompensa en el más allá, pero mientras ese día llega, es importante que en este mundo dejemos de fantasear sobre su presencia porque podemos caer en la distorsión de aspectos importantes de la teología.
La cura para esta enfermedad, es descartar estos pensamientos cuando llegan a nuestra mente y ocupar el tiempo en cosas productivas y meditar sobre cosas que valen la pena, como por ejemplo la creación de Allah, los versos del Quran, y otros asuntos que incrementen nuestra fe y amor por Allah.
Otra forma de fantasear que no está en este libro, pero es muy peligrosa, es el hacer conclusiones e imaginar situaciones que no se han presentado. En el tiempo del califato de Omar ibn al Khattab, un hombre le preguntó sobre algunos asuntos, Omar le preguntó si era una situación que estaba viviendo, el hombre le contestó que era una supocisión, inmediatamente Omar le dijo que se fuera y cuando esa supocisión se hiciera realidad, volviera.
muchas veces, nos llenamos de ansiedad pensando en hipótesis, imaginamos que pasaría si… otras veces, nos imaginamos que diríamos, como actuaríamos si.. todos estos pensamientos desgastan la mente, llenan el corazón de rabia, de tristeza, de alegrías sin fundamento. a veces forzamos situaciones debido a la fantasía que hemos recreado en nuestra mente, asumimos como la otra parte respondería, etc. todos estos pensamientos deben ser descartados y sustituídos con asuntos reales, sería bueno recordar nuestra realidad y traer nuestra mente de vuelta al presente.
Si los pensamientos imaginarios no cesan, entonces debemos reemplazarlos con el Recuerdo de Allah.
8.Temor a la pobreza
El temor a la pobreza es catalogado como una enfermedad del corazón por varias razones:
-alimentar este temor es equivalente a tener una opinión negativa de Allah, Él nos dice en el Quran:
El Shaytán os infunde temor con la miseria y os manda la avaricia, pero Allah os promete perdón de Su parte y favor. Y Allah es Espléndido, Conocedor.
Al Baqara 2: 268
Una de las tácticas del shaytan, es mantenernos preocupados con el temor de la pérdida de la riqueza, alejándonos del recuerdo de Allah. Una persona con un miedo irracional a la pobreza es una persona que se aferra tanto a lo que tiene hasta el punto de privar a los demás de la caridad y de los beneficios de gastar por la causa de Allah, e inclusive de privarse a sí mismo de saciar sus necesidades con tal de no gastar. Hay personas con un apego tan enfermizo al dinero que llegan a cometer actos de lascivia solo por obtener lo que desean.
La riqueza, más que un estado externo, es un estado interno. El que está complacido con lo que tiene y vive en agradecimiento a Allah, es un hombre verdaderamente rico. Al igual que la pobreza, es un estado mental, hay personas muy ricas materialmente, pero vive en una pobreza espiritual, sintiéndose vacíos y dependientes de lo material, completamente esclavos y deprimidos por su situación.
Allah es el proveedor y fuente de toda riqueza y confort. Él ha prometido a los creyentes que aquellos que realicen buenas obras y gasten en el necesitado, él les dará a cambio una recompensa mucho más superior a la cantidad que han gastado, si hay alguien que merece temor ese es Allah quien ha revelado:
Quien teme a Allah, Él le da una salida. Y le provee desde donde no lo espera. Quien se abandone en Allah, Él le bastará. Es cierto que la orden de Allah llega hasta donde Él quiere. Allah le ha dado a cada cosa un término y una medida.
Sura al talaq 65: 2 y 3
El alimentar el taqwa, lo que se traduce como temor de Allah, o consciencia de Allah, es lo que permite que una persona camine con dignidad sobre la tierra. Allah siempre provee, cuando la situación se torna más oscura, siempre hay una salida. Allah nos dice en el Quran que Él nos pondrá a prueba con la pérdida, pero quien le Tema, y por ese temor se abstenga de caer en actos que están fuera de su ley, será siempre recompensado, siempre habrá una puerta de salida que se abra al final del túnel. La dignidad no se mide por los números en una cuenta bancaria. La dignidad se mide por el temor a Allah, entre más temor de Allah tenga una persona, es alguien más libre y más digno porque no se somete a nada ni nadie sino a Allah.
La mayoría de los problemas que nos imaginamos (lo cual se remonta a la enfermedad de fantasear) nunca suceden. Una persona se puede volver ansiosa solo pensando en las dificultades que puede enfrentar financieramente. El profeta Muhammad dijo que la ansiedad es mitad del envejecimiento. Y en otro hadith mencionó que la piedad alarga la vida. Esto se debe a que una persona piadosa sabe en quien depende, y no se preocupa por lo que no ha ocurrido, no cae en la imaginación de historias y fantasías que le hacen daño al corazón ni se llena de ansiedad ni temor por el futuro.
Existen personas, que comprometen su religión con tal de obtener las ganancias mundanales. Estas personas son hipócritas, son capaces de vender los signos de Allah por un vil precio, el precio de la fama, del poder, del dinero, lo cual no vale nada en frente del más allá.
Ibn Khaldun, un gran historiador, mencionó las palabras de un poeta quien dijo:
tratamos de enmendar nuestro sustento con el vestido de nuestra religión. Al final nada de nuestra religión permanece y nuestra condición queda sin enmendar.
Es decir, aquellos que sacrifican sus principios basados en la religión, por mejorar una condición de vida, no logran nada excepto perder su religión, perder su temor a Allah, perder el conocimiento y la fe, y su situación no mejora. Allah nunca mejorará la condición de una nación que destruya la religión del Islam. Múltiples casos pueden ser mencionados, pero en general, el mundo Islámico, perdió el poder, perdió la gloria cuando abandonó la religión de Allah, cuando lo que motivaba a sus corazones no era esparcir la justicia sino la avaricia de obtener más riquezas.
Naturalmente cuando la ummah como nación entera, aplica la ley de Allah, trae justicia, paz, estabilidad y con el tiempo se empieza a ver los frutos del trabajo hecho en comunidad en forma de riqueza y prosperidad. El estado islámico de Madina fue un ejemplo de esto, en el momento de la muerte del profeta, el estado islámico tenia sobernanía sobre toda la península arábiga y en el tiempo de Umar ibn al khattab el imperio alcanzaba desde el oriente hasta el occidente. Basado siempre en el temor a Allah, la justicia, en el respeto de los derechos de los habitantes, tanto musulmanes como cristianos y judíos. Naturalmente con la victoria de Allah viene la riqueza, pero años más tarde, el motor de sus actos, sus intenciones, ya no era buscar la complacencia de Allah, sino tener más riquezas y he ahí la razón por la cual caen los imperios. Allah nos enseña por medio de la historia, que cuando lo que motiva a los humanos a gobernar es la avaricia, el castigo es la pobreza y la humillación.
El acto de mudahana destruye al ser humano y a la sociedad, mudahana viene de la raíz duhun que significa pintar o cubrir una falta con pintura. Sheikh Muhammad al Yadali dice que mudahana es cuando un hombre abandona su religión para asegurar una posición económica y su sangre. Y se sienta con la gente de poder, elogiando sus actos abominables sin mostrar el más mínimo desprecio. En nuestra situación es mudahana cuando nos quedamos en silencio y volteamos nuestros ojos e ignoramos la corrupción, la desviación y los actos de transgresión. (a diferencia de modestia censurable, la razón por la cual las personas callan ante la corrupción es por interés, no por cobardía)
La cura de este mal es, según Imam Mawlud, tener una buena opinión de Allah. Él nos reveló en el Quran:
No quiero de ellos provisión ni quiero que Me alimenten.
Sura al dhariyah 51: 57
Allah no necesita nuestra provisión, aunque Él le diese a toda su creación todo lo que desearan, no disminuiría en lo más mínimo su dominio. El pensar bien de Allah es saber que lo que Él nos da, está medido con su sabiduría y conocimiento de lo no visto. Y cuando veamos que Allah le provee más a otra persona, también debemos saber que Allah sabe porque lo hace porque Él siempre le da a cada uno de sus siervos lo que es mejor para ellos en el momento adecuado.
La complacencia con lo que se tiene es fundamental, debemos dejar de mirar a aquellos que tienen más que nosotros, en términos del dunia, debemos mirar a aquellos que tienen menos para desarrollar complacencia y en términos de fe, debemos mirar a aquellos que tienen más piedad para intentar ser mejores. Pero sobre todo, estar ocupado y contento con lo que cada quien tiene de las cosas materiales es parte de la fe. El profeta Muhammad nos dijo que la complacencia con la provisión que Allah nos ha otorgado es un tesoro que nunca se acaba. El que está complacido con su provisión, es rico espiritualmente, lo tiene todo y nada le falta.